A mi lo que más me gusta del verano son las frutas de estación. Llegan los duraznos, guindas, sandías y melones y pareciera que la temporada tiene ese olor que me traslada de inmediato a la infancia.
Sin embargo, otras frutas como la manzana entran en franca retirada para dar cabida a estos sabores estivales, y por estos días sólo se encuentran los últimos ejemplares en los mercados. De los súper desaparecieron hace rato.
Como guindas y duraznos veremos en los próximos meses, quise esta vez hacerle un homenaje a las manzanas preparando un rico kuchen, que aunque es más receta de invierno, a la hora del té lo vas a disfrutar igual.
Ingredientes para la masa
275 gramos de harina sin polvos de hornear
4 cucharadas soperas de azúcar
125 gramos de mantequilla
50 gramos de manteca
1 cucharadita de sal
2 a 3 cucharadas de agua
Ingredientes para el relleno
1 kilo de manzanas verdes
Jugo de un limón
140 gramos de azúcar
¼ de cucharadita de Nuez moscada rallada
¼ de cucharadita de Jengibre en polvo
½ cucharada de canela en polvo
1 cucharada de esencia de vainilla
1 pizca de sal
2 cucharadas de harina
1 huevo para pintar la masa y que dore
Manos a la obra
Para la masa vamos a mezclar el harina cernida con el azúcar, la mantequilla, la manteca y la cucharadita de sal. Con las manos integramos bien hasta que la mezcla resultante sea aún harinosa. Agregamos las cucharadas de agua. Con cuidado porque debemos obtener una masa homogénea y no líquida, de ahí que ustedes vean primero con dos cucharadas de agua y sólo si fuese necesario agregan la tercera. Obtenemos un bolo de masa que lo vamos a poner cubierto de plástico en un plato al refrigerador por una hora. Ojo, no la amasen, sólo la dejan como una bola de masa…
Por mientras rellenamos…
Pelamos las manzanas y las dejamos cortadas en rebanadas, agregamos el jugo de limón y dejamos reservar por un minuto. Luego agregamos la nuez moscada, el jengibre, vainilla, la pizca de sal y la canela. Es importante no abusar de estos ingredientes ya que es la base del sabor de este Kuchen y no queremos que quede muy fuerte y sin sabor a manzanas, jaja.
Ahora le ponemos el azúcar, mezclamos todo y dejamos la mitad de esta preparación en otro bowl donde le agregaremos las dos cucharadas de harina, volvemos a mezclar y reservamos.
La otra mitad de la preparación con las manzanas la ponemos en la picadora que tengan (Moulinex, Minipimer) y hacemos un puré que llevaremos a una cacerola a fuego lento. Si es necesario pongan un poquito más de azúcar, pero prueben primero. Deberían obtener un puré con la consistencia cercana de una jalea, tras unos minutos al fuego.
A esta altura debería haber pasado la hora, así que vayan al refrigerador y saquen la masa. Con un uslero estiren hasta tener la base del kuchen. Dejen un poco de masa para hacer los tirantes tan característicos.
Pongan la masa en un molde bajo de los de tarta que antes le habían puesto mantequilla. Ojo con esta parte que es muy probable que la mase se les quiebre o se produzcan hoyos. No importa, si se rompe, vayan parchando con trozos de masa.
Traspasen el puré como base, luego las manzanas enteras y corten listones para poner sobre las manzanas. Con un huevo pinten tanto los listones de masa como los bordes que se ven y espolvoreen con azúcar para que quede bien dorado.
El horno debería estar precalentado a tope. Al momento de hornear bajen a 180 grados por media hora.
Listo el homenaje a las manzanas, fruta fiel que nos acompaña todo el año y que este mes emprende una breve retirada. ¡¡Así que aprovechen de hacer este Kuchen antes que se acaben!!
¡Sean felices!
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